jueves, 30 de diciembre de 2010

La sinfonía del universo

Aunque este título recuerde inexorablemente al genial divulgador científico, Carl Sagan, no trata de él, aunque sin duda a él le habría gustado; por lo que en parte, es un pequeño homenaje a su persona.

Sin embargo, el siguiente artículo que se transcribe, está escrito por otro divulgador del pensamiento, Leonardo Boff, teólogo, filósofo, escritor, profesor, ecologista brasileño; editado el 8 de octubre de 2010, en su columna semanal; me lo mandó a través de un e-mail una gran amiga. Adjunto también la versión, editada por mí, en archivo de audio, dentro de mi canal de podcast: https://go.ivoox.com/rf/481536

LA MATERIA NO EXISTE. TODO ES ENERGÍA

El título de este artículo resulta una obviedad para quien entienda mínimamente la teoría de la relatividad de Einstein, que afirma que materia y energía son equivalentes. La materia es energía altamente condensada que puede ser liberada, como lo mostró lamentablemente la bomba atómica. El camino de la ciencia ha hecho más o menos el siguiente recorrido: de la materia llegó al átomo, del átomo a las partículas subatómicas, de las partículas subatómicas a los «paquetes de onda» energética, de los paquetes de onda a las supercuerdas vibratorias en once dimensiones o más, representadas como música y color. Así un electrón vibra más o menos quinientos billones de veces por segundo. La vibración produce sonido y color. El universo sería, pues, una sinfonía de sonidos y colores. De las supercuerdas se llegó, finalmente, a la energía de fondo, al vacío cuántico.



En este contexto, recuerdo siempre una frase dicha por W.Heisenberg, uno de los padres de la mecánica cuántica, en un semestre que dio en la Universidad de Munich en 1968 en el que pude participar, y que todavía suena en mis oídos: «El universo no está hecho de cosas sino de redes de energía vibratoria, emergiendo de algo todavía más profundo y sutil». Por lo tanto, la materia perdió su foco central en favor de la energía que se organiza en campos y redes.

¿Qué es ese «algo más profundo y sutil» de donde emerge todo? Los físicos cuánticos y astrofísicos lo llaman «energía de fondo» o «vacío cuántico», expresión inadecuada porque dice lo contrario de lo que la palabra vacío significa. El vacío cuántico representa la plenitud de todas las posibles energías y sus eventuales densificaciones en los seres. De ahí que hoy se prefiera la expresión pregnant void «vacío preñado» o la «fuente originaria de todo ser». No es algo que pueda ser representado en las categorías convencionales de espacio-tiempo, pues es algo anterior a todo lo que existe, anterior al espacio-tiempo y a las cuatro energías fundamentales, la gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la débil.

Algunos astrofísicos lo imaginan como una especie de vasto océano, sin márgenes, ilimitado, inefable, indescriptible y misterioso en el cual, como en un útero infinito, están hospedadas todas las posibilidades y virtualidades de ser. De allí emergió, sin que podamos saber cómo ni por qué, aquel puntito extremadamente lleno de energía, inimaginablemente caliente que después explotó (big bang) dando origen a nuestro universo. Nada impide que de aquella energía de fondo hayan surgido otros puntos, gestando también otras singularidades y otros universos paralelos o en otra dimensión.

Con la aparición del universo, irrumpió simultáneamente el espacio-tiempo. El tiempo es el movimiento de la fluctuación de las energías y de la expansión de la materia. El espacio no es el vacío estático dentro del cual todo sucede, sino aquel proceso continuamente abierto que permite que las redes de energía y los seres se manifiesten. La estabilidad de la materia presupone la presencia de una poderosísima energía subyacente que la mantiene en este estado. En realidad, nosotros percibimos la materia como algo sólido porque las vibraciones de la energía son tan rápidas que no alcanzamos a percibirlas con los sentidos corporales. Pero para eso nos ayuda la física cuántica, justamente porque se ocupa de las partículas y de las redes de energía, que nos abren esta visión diferente de la realidad. La energía es y está en todo. Sin energía nada podría subsistir. Como seres conscientes y espirituales, somos una realización complejísima, sutil y extremadamente interactiva de energía.

¿Qué es esa de energía de fondo que se manifiesta bajo tantas formas? No hay ninguna teoría científica que la defina. Además necesitamos de la energía para definir la energía. No hay como escapar de esta redundancia, observada ya por Max Planck.

Esta Energía tal vez sea la mejor metáfora de lo que significa Dios, cuyos nombres pueden variar, pero señalan siempre la misma Energía subyacente. Ya el Tao Te Ching (§ 4) decía lo mismo del Tao: «El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas y unifica el mundo».

La singularidad del ser humano es poder entrar en contacto consciente con esta Energía. Él puede invocarla, acogerla y percibirla en forma de vida, de irradiación y de entusiasmo.

Ser como un niño para entrar en el Cielo



Escrito el 10 de septiembre de 2010 por Arito Leo
 

 Cuántas veces no hemos oído y dicho aquello de buscar el "niño interior", porque asociamos la niñez a un estado de inocencia, felicidad y libertad

El mensaje del maestro Jesús al respecto, se nos grabó a todos alto y claro: "Dejen que los niños vengan a mi, porque de los que son como ellos, es el Reino de los Cielos” Mateo 19,14

Desafortunadamente, en nuestro vivir de adulto, lo olvidamos completamente e identificamos la niñez con la despreocupación, la ignorancia, la irresponsabilidad y la dependencia.
Deberíamos RECUPERAR al NIÑO que fuimos y esto ¿qué quiere decir? Volver a ser capaz de:
1. FLUIR con la VIDA:

es estar ATENTO al AHORA, sea lo que sea que vivamos, no ocupar nuestra mente con el pasado, ya sea añorando tiempos mejores o regocijándonos en nuestro sufrir recordando que fuimos y somos víctimas y no ocupar nuestra mente con las preocupaciones futuras, ya sea obsesionándonos con metas concretas o aterrorizándonos por la posibilidad del dolor, porque vivir tanto en el pasado como en el futuro es no vivir, puesto que ni el uno ni el otro son reales, la VIDA SÓLO PASA AHORA y los niños lo saben por NATURALEZA, no vivir en el ahora es antinatural, el hombre es el único animal, que haciendo un mal uso de su herramienta evolutiva "el pensamiento racional" ha llevado su existencia fuera del caudal de la vida, bebiendo de las aguas estancadas y contaminadas de sus fantasmas mentales: pasado y futuro.
El RIO de la VIDA fluye en el PRESENTE.
"El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde", dice Gabriel Miró

2. ATENCIÓN PLENA: los niños fluyen de manera natural con el AHORA, los veras absortos en cada cosa que hacen, con su ATENCIÓN al 100%, por eso son ESPONJAS, por eso en las edades tempranas el APRENDIZAJE se desarrolla velozmente y su potencial se despliega como las alas de un ave que quiere aprender a volar. Para estar atento, se necesita estar presente y para ello se necesita una mente despierta y libre de miedos y prejuicios; sin esperar que ocurra nada en concreto y a la vaz esperando que ocurra todo, aceptanto sin más lo que ES, sin resistencias.

3. CONFIANZA. No resistirse a lo que pasa implica CONFIANZA en la VIDA, el niño no espera que suceda nada malo, porque por naturaleza, la VIDA brinda a todo ser, ABUNDANCIA y AMOR... el niño no conoce de carencias, porque le basta con extender la mano y RECIBIR. El AMOR lo creó y CONFÍA en que el AMOR lo CUIDE, PROTEJA, CALME y lo COLME de BONDADES, sin límites ni condiciones.


4. CURIOSIDAD Y ASOMBRO. El niño siempre es curioso, descubre cada cosa con ojos nuevos, nada está etiquetado ni clasificado, todo es mágico y lo investiga con fascinación. El problema de los adultos es que creemos tenerlo todo visto y conocido, sobretodo a las personas que tenemos cercanas... nada más lejos de la realidad, si ni siquiera nos acercamos a la infinitud que somos, cómo osamos pretender conocerlo todo. Todo está por descubrir y por maravillarte y hay que ser capaz de ver las cosas como si fuera la primera vez. La vida es un misterio que se ha de experimentar. Los niños creen en posibilidades infinitas, no les extraña hablar con un amigo invisible, ni les sorprendería hallar un duende o un hada... y ¿por qué no? esa IMAGINACIÓN es poderosa, CREER ES CREAR y el adulto ha perdido ese poder.
5. ALEGRÍA. Cuando se vive atento a la inmensa riqueza y diversidad que se despliega en cada instante presente y se aceptan las cosas con mente abierta y espíritu curioso no hay por menos que sentir la DICHA constante, las ganas de REIR y de JUGAR. ¿Por qué la risa y el juego van a estar limitadas a la infancia? La risa es sinónimo de salud. Los niños siempre celebran, cantan, bailan... porque la VIDA está para celebrarla a cada instante ¿hay mayor oración, mayor alabanza que esa? Dice Osho "Si cambias tu tristeza por celebración, entonces también serás capaz de cambiar tu muerte por resurrección. "
Casi siempre nos transmiten la imágen de un Jesús profundamente serio... pero ¿cuántas risas y alegrías no compartiría con los suyos? a borbotones...
6. INOCENCIA. "Nacemos inocentes. Sin emociones mezcladas, sin dudas, sin miedos, sin mentiras. Llegamos para descubrir, luminosos y coherentes. Vulnerables pero abiertos al mundo, animados por una curiosidad rotunda y radical, dotados de la pasión de vivir" Dice Elsa Punset como presentación de su último libro "Inocencia Radical" Así es, cuanto más corta es la edad del niño, más cerca está de su ORIGEN y más lejos de estar anclado en la materialidad... es por eso que su DULZURA, INOCENCIA, PUREZA y BELLEZA nos llega como una puerta abierta al mundo del espíritu.
J.J.Benítez nos definine en "Mágica Fé", de una forma muy bella, la riqueza que contiene la INOCENCIA:
"La inocencia es el doctorado que corona y justifica al ser humano. Un estado fronterizo a la santidad, muy difícil de conquistar. Ser inocente equivale a vestir en vida el ropaje de Dios.
He aquí, la fórmula para hacerse con el seductor esmoquin; para merecer en suma, el magnífico título de inocente. Un estado a caballo entre lo humano y lo divino
I (Ingenuidad) Ser inocente es ser AUTÉNTICO. Manifestarse a cuerpo descubierto. Tal como eres. Con sombras y luces. Sin camuflajes. Sin maquillar el alma ni las formas. Sin recámara. Borrascosa o plácida, como la mar.
N (Nobleza) Ser inocente significa "más arriba". Con los sentimientos en el ático: por encima de lo habitual. El noble -el aristócrata de corazón- no habita en los suburbios de la mezquindad, sino en las lujosas urbanizaciones de la GENEROSIDAD.
O (Olvido) Ser inocente supone armarse para el desarme del olvido. Si lo prefieres, para el PERDÓN. La inocencia olvida el mal con la tenacidad y la elegancia de la ola, que borra tus huellas en la playa. Para ser inocente tendrás que aprender a programar el disco duro de la memoria para un continuo "no existe", "no recuerdo"...
C (Curiosidad) Ser inocente lleva impresa (de fábrica) la condición de curioso. Sólo los espíritus nobles confiesan su abrumadora ignorancia. Y ello los convierte en alcóholicos del saber. Ser inocente es una condena. Una maravillosa condena a beber conocimiento. A beber como un poseso. Y el inocente, con tal de apagar la sed, recurre a todo y en todo momento: al vino de las preguntas, al coñac de la lectura y al champán del yo interior.
E (Espontaneidad) Ser inocente es tener vida y movimientos propios. Autopropulsarse. No depender del semáforo del qué dirán. Crecer con las nieves y las sequías de tu inteligencia. Sin los pesticidas de la hipocresía. Entonando la tabla de multiplicar de la NATURALIDAD, prima hermana de la ingenuidad.
N (Niño) Ser inocente es volver al pan y chocolate del corazón: la niñez. Conviene volver, aferrarse, recuperar al "niño" interior. Al que fuimos. Al que añoramos. Al que llevamos escondido bajo el rígido almidón de las conveniencias sociales y al que acariciamos cuando nadie nos ve. Que tu alma, en vez de sumar, reste cumpleaños. No te ruborices si la mediocridad se rie de las trenzas de tu espíritu. Que tus ojos se encandilen con lo que otros ignoran o desprecien. Entra sin temor en el túnel de la RISA del POR QUÉ. Sonríe por cualquier cosa, para los inocentes es gratis. Al igual que el bebé, llévate la vida a la boca. Recuerda que Dios -el Gran e Incorregible Niño- siempre empieza por el postre: ¿no te hizo niña antes que adulta? Ser inocente es ganar sin arriesgar. Como el niño, el inocente AMA por inercia. CONFÍA por naturaleza. JUEGA por necesidad. VIVE sin saber que vive.
C (Confianza) Ser inocente es ir por la vida con las manos en los bolsillos. Es decir, en pasaje de lujo. Ser inocente=confiado, es portar la pancarta de la esperanza. La única que no irrita, que siempre aparece en blanco, que desmiente al futuro y que arrastra. Ser inocente=confiado es saber y entender lo que el resto no sabe ni entiende. Ser inocente=confiado es pulsar el acelerador del ánimo, manteniéndolo en la zona roja del 200 por hora. Y hacerlo con un vigor que haga exclamar: "no es humano". Ser inocente es CONFIAR hasta la locura: único atajo a la cordura.
I (Intuición) Ser inocente -suma y sigue- te convertirá en mago. Sentirás lo que los demás sólo saben. Y cruzarás en cabeza todas las metas volantes de la carrera humana. Ser inocente es abonarse gratis al fax de los cielos. La operadora (la intuición) será entonces tu confidente. Ella te avisará con la telegrafía sin hilos de los sentimientos. Despúes, la pesada maquinaria del razonamiento le dará la razón.
A (Asombro) Ser inocente es NACER continuamente. Una y otra vez y por el invisible y elástico canal del asombro. Ser inocente es asombrarse del ahora, del ayer y del último segundo, cuando no quede ya nada de qué asombrarse. Asombrarse de lo núnca visto y, sobre todo, de lo siempre visto. Ser inocente es nacer (asombrarse) cada mañana ante la cambiante sonrisa de tu fotografía en la pared. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante el pájaro que hace escala técnica en tu ventana. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante el brazo convertido en almohada. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante la danza de vientre de la llama de una vela. Ser inocente es nacer (asombrarse) ante el voluntarioso ir y venir de lo cotidiano, ese pariente pobre y olvidado. Ser inocente, en fin, es imaginar el asombro como un Dios-Niño, tocando los porteros automáticos del alma y echando a correr.
El inocente -INGENUO, NOBLE, OLVIDADIZO para el mal, SEDIENTO de SABER, ESPONTÁNEO, NIÑO, CONFIADO, INTUITIVO y siempre en posición de ASOMBRO- es invulnerable e incorruptible. Es el bien, químicamente puro. Su luz inquieta, traspasa y desarma.
Dios los escolta personalmente ¡Y ay de aquellos que escandalicen a uno de estos pequeñuelos! Pisotearlos es un puntapié en la espinilla de Dios. El peor pecado no es dejar de creer en las hadas. Lo que no perdona el Cielo es que un niño deje de creer en ellas por nuestra causa."
No nos olvidemos ni un sólo día, de nuestro niño interior y dejémosle que se asome a nuestra vida, el lleva consigo el secreto de la felicidad y las llaves de ese CIELO que necesitamos en esta TIERRA.

La verdadera CRISIS y la posibilidad del CAMBIO

Escrito el 17 de julio de 2009 por Arito Leo

En las Filosofías Orientales la CRISIS se ve como una posibilidad de CAMBIO, de mejora y efectivamente uno lo puede llegar a experimentar así en su propia vida.

Actualmente se habla sin cesar en todos los medios de la gran crisis económica que padece el mundo, pero apenas si se habla de la verdadera crisis que afecta a nuestra humanidad... se trata de una crisis del espíritu, de valores... hemos perdido el rumbo. Hasta ahora, cual ovejas obedientes, éramos seguidores de diferentes credos o religiones y nadie se oponía, ni se atrevía a cuestionar nada... agachábamos la cabeza y dejábamos en manos del confesor nuestra lista de pecados y como decían que nos perdonaban, rezábamos un poco y volvíamos confiados, cual niños a los que acaban de exculpar de una trastada... pero esa época de niñez parece haber pasado y ahora en gran parte nos hemos revelado, ya no nos creemos todo lo que nos decían, renegamos de tantos dogmas ante los que antes no nos atrevíamos a rechistar e incluso desafiamos a ese Dios todopoderoso que dicen que nos vigilaba y controlaba desde lo alto y que nos esparaba tras la muerte para juzgarnos... para decidir si nos daba entrada en el Paraiso o nos mandaba al sótano del Infierno, quién se cree todo eso ahora... hemos comenzado a esgrimir la ciencia y ésta nos ha demostrado lo opuesto, nos ha dicho que somos producto del azar de la evolucion, nos dice que estamos solos en el mundo y que no hay más vida que esta miserable biológica que conocemos y que eso del espíritu es una invención, una fantasía de niños... y muchos, muchos han pasado a la más oscura desorientación, la humanidad ha entrado en la edad adolescente y ya sabemos lo que ocurre a esa edad... sentimientos de soledad, de incomprensión, de rabia, de frustración... ¿Hay esperanza, hay luz entre tanta oscuridad?

Ha llegado el momento de que cada uno tome conciencia de su propia búsqueda, de su propia identidad, de tomar conciencia de su potencialidad y descubrir que somos mucho más de lo que nos han dicho hasta ahora, que somos seres increibles capaces de hacer cosas increibles, hasta ahora las hemos hecho en el peor de los sentidos con nuestro egoismo, nuestro materialismo y ambición, nuestras guerras y torturas, la explotación de recursos, abusos a la Naturaleza... es desolador... pero si todo eso puede tener su lado opuesto, y lo tiene, seremos capaces de crear un mundo de armonía, donde el egoismo de paso al sentimiento de hermandad y las guerras den paso a eras de paz... ¿es eso acaso posible, no se trata de una utopía? Si cada uno de nosotros, de los más de 6.770.000.000 personas que habitamos este adolescente planeta tuviera la plena convicción y deseo de vivir así... sin duda habría esperanza para un futuro.

"Es tiempo de cambiar en la mente de todos, el odio por AMOR"

Escrito el 17 de agosto de 2009 por Arito Leo

En esto días se ha escuchado una noticia polémica sobre las críticas que ha recibido el cantante colombiano Juanes, por parte de un grupo de exiliados cubanos en Miami, por acceder a acudir a La Habana, Cuba para realizar un concierto el próximo 20 de septiembre, junto a su admirado, desde niño, cantautor Silvio Rodríguez; las acusaciones que ha recibido son de, nada más y nada menos, "inmoral" y "cómplice del régimen castrista".... sólo los que tienen en su mente la semilla de la separación, pueden ver en un acto artístico y tan desinteresado, un hecho separatista. Esta noticia ha entristecido a muchos, pero a una persona muy especialmente, al mismo Juanes, que tanta energía, entusiasmo y dedicación ha volcado en llevar a todo el mundo este mensaje, como dice la letra de su canción: "Es tiempo de cambiar en la mente de todos, el odio por AMOR" y agregó que será un concierto blanco, sin mensaje político.

Quiero transmitir las palabras que hace poco ha dicho en una entrevista, a propósito de este polémico concierto:
"Yo no conozco lo que es vivir en un país en paz. Ni en Colombia, ni incluso aquí en los EEUU, ni en ningún país de Latinoamérica o de Europa donde yo he estado, de alguna forma siempre hay tipos de violencia. La violencia no solamente es la física, es la del disparo y es la de las bombas. La violencia es mental también". Los inconformes han anunciado que se organizarán para boicotear al intérprete cuando visite Miami, mediante protestas y la destrucción de sus discos. Yo imagino, que en el fondo, este muro negativo con el que ha tropezado el cantante, le ha servido para armarle de más valor y coraje para hacerlo, porque de alguna manera esto justifica más si cabe su lucha por la paz y su mensaje,"Ir a Cuba es un símbolo, es un símbolo de que es tiempo de cambiar las mentes", comentó y agregó que "yo quiero ir a Cuba con mis amigos a decirle al mundo desde Cuba que las personas tienen que cambiar".

Esto que he comentado es apenas un pequeño ejemplo, de una noticia que está pasando ahora, del comportamiento tan inmaduro y retrógrado que tenemos... desde muy diversos ámbitos de la sociedad se van encendiendo diversas alarmas, como señales de peligro de que si seguimos por donde vamos... muchas cosas no acabarán bien... pero da la sensación de que hay demasiada pasividad y apatía, demasiada indiferencia y pasotismo... qué más dá que se quemen los bosques... para qué preocuparse por los cambios climáticos si ya no estaremos para ver si se producen catástrofes naturales... a quién le importa que mueran 5 millones de niños cada año por desnutrición aguda y que 55 millones de ellos la estén sufriendo ahora, cuando el resto del mundo produce comida suficiente para alimentar hasta 5 veces a todos los habitantes del planeta... a quién le importan las más de 40 guerras y conflictos actuales de paises lejanos como en África o en Oriente próximo o muchos otros que causan los llamados "daños colaterales" que no son sino atropellos a la vida y atentados que llenan de terror a familias enteras... Gaza, Georgia, Colombia...etc... estos, en todo caso, son problemas mayores que competen a los "grandes señores que gobiernan" y nosotros... vivimos en nuestros hogares burbujas, consumiendo en exceso, sobrealimentándonos y comiendo mucha basura, creandonos necesidades cada día, de cosas materiales y superfluas con la pretensión de vivir más cómodos y felices, consiguiendo muchas cosas sin excesivos esfuerzos, especialmente para nuestros jóvenes y niños... ¿Somos conscientes realmente de lo que estamos haciendo?¿De lo que estamos sembrando?¿Sabemos a ciencia cierta hacia dónde nos encaminamos?¿Hemos tomado un camino correcto?¿No nos estaremos precipitando hacia un precipicio... todos empujados por todos... ciegos, sordos y mudos...?

Nos creemos seguros sentados en nuestros sillones materialistas, desde donde controlamos todo con pulsar el mando a distancia... sin comprometernos... sin mojarnos... sin sentir casi nada. Envueltos en nuestros avances tecnológicos, que se suponen debería acercarnos más unos a otros, nos hemos deshumanizado hasta extremos impensables y la realidad es que en vez de sentirnos más unidos como humanidad que evoluciona y se desarrolla... nos creemos sólos, aislados... abandonados, sin esperanza y en vez de derribar fronteras, las hemos levantado más altas e incluso mucho más profundas en las relaciones cotidianas. Decimos que nuestros gobernantes lo hacen fatal, que no saben y por eso medio mundo agoniza... pero nosotros no dejamos títere con cabeza en nuestro pequeño entorno... no perdemos ocasión para criticar a todo quisqui y más todavía si lo vemos diferente, raro, indefenso, solitario o derrotado, lanzamos pensamientos y miradas de recelo a los que se sientan a nuestro lado en el transporte público, siempre esperando la maldad en el otro...como espejo de lo que guardamos dentro; rechazamos a todo extranjero que no viene de vacaciones a dejarnos su dinero, sino que viene a quitarnos el trabajo y ocupan nuestros barrios y parques...y maldecimos porque les dan las ayudas que creemos sólo nos pertenecen a nosotros, metemos cizaña si nos dejan ocasión para rivalizar a nuestros propios vecinos, no regalamos ni una sonrisa y menos a los desconocidos, nos gusta hablar de lo mal que nos va, de nuestros pesares y malestares, de lo pobrecitos que somos, porque somos infelices por un sinfin de cosas ajenas a nosotros y en casa... siempre esta mal todo, no nos gusta lo que tenemos porque nos hacen falta un montón de cosas para estar mejor...y todo esto... nos lleva media vida o una entera, se lleva nuestro tiempo, nuestra energía, nuestros sueños, nuestra felicidad... malgastamos tanto.

Estamos contaminados por fuera y por dentro y lo peor de todo es que los malos hábitos, los prejuicios y los miedos se han forjado a base de costumbre y se han petrificado en nuestro interior y cambiar eso es difícil, muy difícil, más todavía cuando ni siquiera somos conscientes de esa necesidad. El magnífico científico Albert Einstein decía: "¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio". Hemos pasado toda nuestra vida "programando" nuestra mente con mensajes destructivos y separatistas y la fuerza de la costumbre es muy poderosa, porque lo hacemos ya inconscientemente, por pura inercia, porque se ha convertido en nuestra forma natural de ser, pensar y vivir.

Me gustó especialmente este concepto de "desprogramarnos" que leí del Padre Jesuita de la India, Anthony de Mello (1931-1987), que añadió a su educación cristiana, las sabidurías orientales, hasta el punto que los miembros de la Iglesia más separatista (puesto que hay muchos miembros humildes que siguen los mensajes geuinos de Jesús) también le criticaron y declararon que las posiciones liberales de Tony de Mello son incompatibles con la fe católica y pueden causar grave daño. Transcribiré un trozo que tiene que ver con esta desprogramación: "...tú ves a las personas y a las cosas, no tal y como ellas son, sino tal y como tú eres... cuando encaras la vida con tus apegos y tus miedos, son éstos los que deciden qué tienes que ver y qué tienes que ignorar(ellos te controlan a tí y debería ser al revés)... como tienes un mirar selectivo, tienes un visión engañosa de las cosas y de las personas que te rodean y cuanto más se prolongue esa visión deformada, tanto más te convences de que esa es la verdadera imagen del mundo... sólo cuando consigas renunciar a tus creeencias, a tus apegos y a tus miedos, te verás libre de la insensibilidad que te hace ser tan sordo y tan ciego para contigo mismo, como para con el mundo."

Muchas personas sí han visto las señales de alerta y movidas por una intuición profunda han ido despertando, se han dado cuenta de lo urgente que es cambiar esta programación dañina de su mente por una más beneficiosa.

Hace poco vi un reportaje sobre los niños soldados de Uganda, simplemente estremecedor y terrorífico; Más de 120.000 muertos y 25.000 niños secuestrados y un millon de desplazados desde 1986; estos señores del terror, liderados por un loco visionario que dice cumplir los 10 mandamientos, aprisionan a niños de entre 7 y 15 años, obligándoles a matar a sus propios padres y hermanos, en ocasiones descuartizándolos para convertirles, bajo amenazas de muerte, en niños soldados capaces de las mayores atrocidades.

Al final del reportaje salía hablando un jóven ya liberado... que decía haber perdonado a los que le apresaron, porque entendía que los que lo hicieron, habían sido a su vez obligados a hacerlo... si las cosas que hacemos, por horribles que sean, las hacemos porque nos han impuesto mentalmente determinados"programas"... ¿Qué vamos a elegir, la rueda interminable de odio y violencia o el perdón que nos liberará a todos?

El cambio es posible y factible, es real para el que lo quiera y muchos ya lo van queriendo... porque nuestro futuro y el de toda la humanidad depende de ello, creemos que la montaña la podrán mover unas pocas personas importantes, con cargos de renombre... y no es así... las montañas se mueven y es gracias a miles de millones de pequeños cambios y movimientos en cada grano de arena.

Búsqueda del AMOR que nos complemente la vida

Escrito el 2 de agosto de 2009 por Arito Leo

Todos y cada uno de nosotros nacemos en esta vida con el deseo íntimo y profundo de sentirnos, queridos, amparados, protegidos, cobijados en los brazos de un amor sin límites ni medidas, sin condiciones... un amor que desde nuestra más tierna infancia nos afanamos en buscar entre los seres más cercanos, primero lo padres, más tarde el primer amor... y en los sucesivos... hasta lograr encontrar la pareja perfecta, que nos haga sentir completos... objetivo que enfocado exclusivamente desde ese punto de vista... jamás conseguimos; porque en el fondo y por más que no seamos conscientes de ello, esa aspiración última, no es otra cosa que la sed de un AMOR INFINITO... al que sólo se puede hallar en el camino espiritual.

El bebé se abandona ciega y plenamente para ser cuidado y amado por sus padres, su desamparo es total y no solo su bienestar y felicidad depende de ellos, sino hasta sus más básicas necesidades... para el niño sus padres son todo su mundo, son sus dioses... por más que éstos incluso le desatiendan o le causen daño, el deseo profundo de recibir su cariño es llevado al extremo de la idolatría, defendiendolos a capa y espada de toda crítica, este hecho se comprueba al saber como la mayoría de niños maltratados buscan siempre la relación amorosa con sus padres.

Esta intensa necesidad que tiene el niño, este intenso apego... se va disolviendo con el paso de la infancia a la adolescencia, no sin inevitables conflictos.

El futuro hombre o mujer, poco a poco va siendo consciente de la realidad paternal y de que su infantil visión de la perfección en ellos era errónea, ya que sus padres son tan humanos y tan imperfectos como otros cualquiera... los sentimientos de decepción, incomprensión y soledad colocan al joven al borde de un abismo de incertidumbre, hasta que superado este trance, surgirán nuevos sentimientos hacia a ellos, quizá manteniendo el amor, ahora más racional... quizá oponiendose o incluso rechazándolos... pero con la seguridad de que deben seguir su camino solos... en busca de un complemento que los haga felices...

Pronto el joven adolescente descubre el primer amor, en ocasiones sólo se tratan de amores platónicos idealizando de nuevo ese incondicional afecto y comprensión al que aspiramos desde lo más profundo y se manifiesta en todas y cada unas de nuestras células... luego llega la experiencia física del primer encuentro, de nuevo nos sumimos en un estado de plenitud, de éxtasis... pareciera que volamos, perdemos toda noción real, vivimos fuera del espacio-tiempo, pensamos, escribimos, soñamos en pos de esa relación amorosa que creemos nos llenará del todo... hasta que un buen día, la nube en la que volábamos se torna en tormenta... y la tristeza y soledad de nuevo nos desorienta.

En el libro "Las semillas de la violencia" de Luis Rojas Marcos, en su capítulo de Amor y odio, dedicado a la violencia entre parejas, escribe: "El amor evoluciona. El romance se basa en la idealización del ser amado. Es un acto de imaginación exagerada por el cual el enamorado distorsiona o proyecta sus fantasías de perfección sobre el objeto de su pasión. Con el tiempo y las exigencias y conflictos de la vida diaria, el amor pasional pierde su intensidad y la idealización del ser amado se desvanece y se transforma. Frecuentemente la unión de la pareja se debilita, el amor se apaga y es sustituido por sentimientos de indiferencia, desasosiego, resentimiento y desdicha. Estas emociones paulatinamente se comen el amor. Muchos amores se marchitan inevitablemente y no pocos se desmoronan y se convierten en odio puro. [...] pienso que uno de los ingredientes más constantes de las rupturas traumáticas de hoy es la firme creencia en la relación perfecta. Este ideal, alimenta enormes e inalcanzables expectativas: profunda e inagotable intimidad emocional, total comprensión, eterna satisfacción sexual, mutuo apoyo incondicional, o "el sueño más reciente de la pareja perfectamente simétrica e igualitaria". Sin duda esta imágen idealizada e irreal de la relación amorosa es el caldo de cultivo de la desilusión, del resentimiento y, en definitiva, de la transfiguración del amor en odio."

Cierto es que no todas las parejas tienen un final tan dramático, pero no es menos cierto que en toda relación de pareja hay diferentes momentos que siempre se repiten, la pasión y enamoramiento ciego del inicio hasta lograr poco a poco que ese amor madure y se torne más cotidiano, más humano también... y por supuesto es frecuente que existan conflictos debido a la forma errónea de amar. Y es que nadie nos dió un manual para saber qué hacer, cómo actuar y como amar de la forma más equilibrada... lo debemos aprender casi sobre la marcha... Tampoco cuesta mucho encontrar en la vida quien manipula el amor, quien lo adapta a sus necesidades, infravalora su poder, quien ama egoistamente, quien lo quiere conquistar sólo para él, quien lo encarcela y mutila su libertad, quien abusa sin piedad del "te quiero"... cuando realmente no aman... sino que quisieran decir "te quiero para mí." Hay una hermosa frase de Tagore que describe muy bien el amor posesivo: "Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos."

Y es que nos queda mucho para aprender que el amor no es posesivo, no acapara, no es selectivo, no es egoista ni tirano, no mutila libertades, no es grosero ni maleducado... el amor es DAR, esa es su esencia, respetando siempre al otro, su personalidad, su madurez, su camino... sin forzar nada.

Efectivamente una relación de amor sana y duradera, debe darse en el marco de la aceptación del otro, no enamorarnos del ideal que soñamos, sino de la persona real y presente que tenemos delante, con todas sus grandezas y con todas sus pequeñeces.

Pienso que no es un error el anhelo de ese amor perfecto, que todos los seres humanos tenemos, sino que el error está en el camino incorrecto que tomamos para lograr encontrarlo, es como intentar calmar nuestra sed con vasos vacíos o intentar resolver ecuaciones de física con poesía... el fallo está en el método, en el camino equivocado, en una falta de información y educación. Esa necesidad tiene su respuesta en el espíritu, en la búsqueda de Dios o como queramos llamarlo... y negar esto es negar lo que somos... otra cosa es que las fórmulas tradicionales que nos han impuesto no nos valgan a nosotros... en cuyo caso tendremos que afanarnos por encontrar la idónea, que se adapte a nuestras necesidades.

En definitiva, siempre que no tengamos definida en nuestra vida, cómo o qué hacer para calmar esa sed de AMOR INFINITO y la acabemos proyectando, aunque sea inconscientemente, en las relaciones humanas... nuestros más sinceros deseos de querernos y cuidarnos... se verán abocados al fracaso... es pretender que un niño de primaria nos de el curso de fin de carrera.

Para amar de verdad se ha de hacer, no solo con el cuerpo, no sólo con la mente, no sólo con la pasión del corazón sino por encima de todo ello, con el espíritu... que es eterno, nuestro amor humano es apenas un simulacro del AMOR divino y para pretender recibir de los demás lo que ansiamos, debemos aprender a darlo primero conforme a la Ley Universal "DAR PARA RECIBIR" o como decía TAGORE:

"TODO LO QUE NO ES DADO, ES PERDIDO..."


Abre los ojos... despierta; sólo era un sueño!

Escrito el 26 de agosto de 2009, por Arito Leo

Calderón de la Barca decía que La vida es sueño y mucho antes Platón quiso mostrar lo mismo con El mito de la Caverna, donde los personajes creían vivir una realidad, que sólo eran unas sombras proyectadas. En las filosofías orientales, también se ha transmitido este mensaje, el mundo es Maya, una ilusión; también el jesuita Anthony de Mello no se cansó de animarnos a "vivir despiertos"; más recientemente aparecen investigadores como el neurofisiólogo Karl Pribram con su modelo holográfico del cerebro en el que explicaba cómo la memoria puede ser distribuida por todo el cerebro en vez de estar localizada en sitios específicos; por su parte, el científico David Bohm físico cuántico que falleció en 1992, expuso su "paradigma del universo holográfico", diciendo que "la realidad no existe" a partir de los resultados de Alain Aspect sobre las párticulas subatómicas que son capaces de comunicarse instantáneamente unas con otras independientemente de la distancia que las separa, sea 10 metros o 10 mil millones de kilómetros; el holograma (humano) es una proyección tridimensional cuando se hacen converger la luz a través de rayos láser, la cuestión es que el asombroso resultado final está contenido en todas las unidades de información... el universo sería como un holograma pero de más dimensiones, producido por alguna suerte de energías que hacen todas las conexiones precisas para que emerja el inmenso, misterioso y organizado universo; lo maravilloso es que si esa similitud fuera total, cualquier unidad de conciencia o energía, sería capaz de acceder a la información del TOTAL, al igual que ocurre con el ADN, donde se contiene toda la información del potencial del ser humano. Además, todas las mentes estarían ilimitadamente unidas entre sí .

Vengo reflexionando mucho acerca de los increibles paralelismos que se dan en nuestra existencia... y pensando mucho sobre la magia que tienen los sueños... a nadie le resultará extraño recordar que ha soñado alguna vez con pesadillas de las que nos despertamos sobrecogidos, aterrados, con el corazón en un puño, porque las sensaciones vividas en el sueño pueden durante éste engañarnos, haciendo verosimil cualquier experiencia, por muy alocada que sea. Qué alivio que sentimos cuando terminamos de despertarnos y sabemos que nada pasó de verdad... luego no queremos dormirnos enseguida, por el temor a que se repitan las pesadillas...

Me acordé de la expresión poética "LA VIDA ES SUEÑO" y al instante hice la correlación... qué curioso sería que al morir nos despertáramos de este sueño que tan real nos parece al que llamamos vida terrenal y qué sorpresa y qué alivio en aquellos cuya vida ha sido una pesadilla... porque lo cierto es que hay experiencias infernales... ¡Qué suerte saber que eso no es la realidad! ¿Y qué es lo real, a qué despertaremos si fuera así?

¿Por qué no somos conscientes cuando dormimos, de que estamos soñando (excepto en los pocos casos de sueños lúcido como los que yo he tenido desde niña)? ¿Por qué en la vigilia, no somos conscientes de que nuestra vida es sólo un sueño? Porque la ilusión que crean nuestros sentidos y nuestro mundo material es muy poderoso, nuestro ego lo demanda a nuestra mente y ésta capta esa ilusión del exterior para conformar este espejismo que creemos real.
Soy plenamente consciente que igual que nos podemos entrenar para tener sueños lúcidos, donde nos volvemos magos pues podemos crear en el mundo onírico cualquier cosa que imaginemos, sin límite alguno, viajar en el tiempo y el espacio con sólo pensarlo, volar, respirar bajo el agua, viajar por las galaxias... así lo podemos hacer en la vigilia, despertar nuestra conciencia y vivir dentro del Amor puro del que venimos y del que formamos parte. No deja de resultar curioso como el budismo practica el bardo del dormir, en él se enseña lo siguiente: La mayoría de los yogas en el estado del sueño involucran la prolongación de la atención dentro del sueño, tú eres él que sueña. Uno tiene plena conciencia, por así decirlo, de la realidad de estos sueños y experiencias, sin que uno pierda la atención.

Si podemos recrear maravillas asombrosas dentro del sueño lúcido por el hecho de ser conscientes mientras dormimos, ¿qué tipo de experiencias sentiremos cuando en este sueño que es la vida tengamos la conciencia "despierta" del todo? Ya nada podrá afectarnos, nosotros controlaremos lo que sentimos, seremos inmunes al dolor, no querremos nunca más caer en la pesadilla del odio, del sufrimiento o la ignorancia... seremos conciencia pura viviendo en la única Realidad, sólo querremos soñar=vivir en el AMOR, seremos LUZ, en comunión con Dios, seremos creadores.

Si nos ponemos a pensar en nuestra vida, diremos que es muy real... analicemos. Nuestra vida va ligada al tiempo, el pasado que nos ha influido en lo que somos ahora y el presente, este en el que lees estas palabras (del futuro no hablamos, porque creo que es evidente que no existe aún uno concreto, bueno, sí existen infinitos posibles futuros, esa es la gran incertidumbre) Pero ¿existe realmente el pasado? Creo que no, sólo como recuerdo en lo que nuestra mente haya seleccionado para guardar en la memoria, el pasado fue, ya no es hoy, por tanto no existe.

Ya lo decía Einstein al afirmar primero que "el tiempo es relativo y depende del observador" y segundo que "el tiempo es una ilusión" y lo decía seguramente de forma literal. Pero ¿y qué ha pasado con nuestro presente? porque ese si nos parece muy real; si miramos e intentamos medir a nivel infinitamente pequeño, nunca captamos el presente absoluto; siempre hay infinitesimales distancias entre lo que ocurre fuera y mi percepción mental de ello... entonces, vivimos en un constante pasado, y éste no es real, no resulta tan absurdo entender que vivimos en una ensoñación ¿cuál es el presente absoluto? está fuera de nuestra concepción del tiempo y del espacio, fuera de esta escenografía física y material... nuestra realidad es la Conciencia de Dios, del AMOR puro, que se expande por todo el universo y es manifestado en él... sólo lo podremos comprender cuando despertemos de esta ilusión y entendamos que, aunque nos parezca lejana y separada la idea de Dios, somos UNO con ÉL, somos el TODO y no está lejos, ya que esa es nuestra realidad, es nuestro presente absoluto que tenemos a un sólo paso de nosotros, un salto que aunque parezca gigante no lo es; ese será el "pequeño paso para el hombre pero el gran salto para la humanidad", que quedó predecido por Neil Armstrong.

¿Pero cómo despertar de este atrapador sueño, de este engañosa alucinacion que consideramos nuetra realidad? Como todo nuestro mundo se forja en la mente, deberemos deshacer en nosotros todo pensamiento, idea o sentimiento destructivo, de separación, porque son irreales.., nuestro ego nos quería hacer creer estas cosas y nos encerró en la cárcel del miedo y la soledad, pero eso es mentira, no estamos separados de Dios, no estamos sólos, siempre hemos sido y somos UNO con Él, hemos sido y somos UNO con nuestro hermano.
¿Cuántas veces no hemos pensado que si Dios existía se ha olvidado de nosotros? Él no se ha olvidado nunca, hemos sido nosotros los que, pensando que nos separamos de Él, nos habíamos olvidado de él y si es cierto que Dios está también en MÍ, entonces es que durante mucho tiempo me he olvidado de Mí y es hora de volver a reencontrarnos con nosotros mismos, con Él.


¿Pero cómo aceptar y no rechazar, revolverse, indignarse, luchar y sufrir con tantas injusticias y el dolor que nos probocamos a diario? ¿te enfadas o enojas o te angustias cuando despiertas de un mal sueño? ¿Si fueras consciente de estar soñando, te causarían los sueños dolor? No porque si sé que sueño ¿por qué sufrir? si alguien te dijera que debes ser muy infeliz creyendo en una mentira.., te reirías, porque uno no sufre por mentiras, ni por sueños... si es conciente de que lo son.
¿Tienes enemigos? no, es mentira.., es una ilusión.
¿Eres miserable y desgraciado? no, es mentira... una alucinación.
¿El mundo es, ha sido y será un asco? no, es mentira... es todo un espejismo.
No es nuestra realidad, nuestra realidad está fuera de este espejismo (y dentro si logramos despertar)
No hay porqué seguir sufriendo cuando tu mente se sumerge en la única verdad que ha sido, es y será: el AMOR.
¿Y por qué este sueño resulta a veces tan duro y cruel? Porque no hemos aprendido a soñar, no somos conscientes de que podríamos crear sueños maravillosos... y mientras soñemos con el dolor, la pobreza, la miseria, el miedo... no debemos sufrir con estas mentiras, pero seamos concientes y creemos nuestro propio sueño=vida de la forma más armoniosa y amorosa posible, siendo uno con el AMOR y perdonando a los dormidos... porque todos ellos despertarán a la VIDA ETERNA... como decía Jesús.

FELIZ Y PRONTO DESPERTAR A TODOS, QUERIDOS HERMANOS.


VIDA antes de la muerte

Escrito el 11 de agosto de 2009 por Arito Leo

Este sugerente título me fue inspirado ayer cuando visualicé en la web un programa de divulgación científica llamado Redes, presentado por Eduard Punset, que iba sobre cómo cultivar la felicidad; me pareció genial la frase que dijo el mismo Punset. Hoy he buscado en la web sobre dicha expresión, y sólo hay entradas relacionadas con las enfermedades terminales. Pero creo que merece más reflexión.

Me recordó a un párrafo que leí el "El libro Tibetano de la Vida y la Muerte" de Sogyal Rimpoché: "Un día Dudjom Rimpoché, uno de los mayores maestros de meditación, místicos y yoguis de los últimos tiempos, iba viajando por Francia con su esposa, admirando el paisaje mientras conducía. Pasaron ante un extenso cementerio que estaba recién pintado y adornado con flores. Su esposa comentó: -Rimpoché, mira qué pulcro y qué limpio lo tienen todo en Occidente. Hasta los lugares donde depositan los cadáveres están inmaculados. En Oriente, ni siquiera las casas donde vive la gente están tan limpias. -Ah, sí- replicó él-, es verdad; es un país muy civilizado. Tienen unas casas maravillosas para los cadáveres de los muertos. Pero, ¿no te has fijado? También tienen casas muy bonitas para los cadáveres de los vivos."

A veces tengo la sensación de vivir entre muertos vivientes... no hay más que escuchar las noticias diarias, violencia de género, ataques terroristas, y un número interminable de creadores de dolor... uno se da cuenta de que muchas de las personas que nos rodean... "no están VIVAS"... es muy triste, pero me queda la esperanza de saber que "puede haber VIDA antes de la MUERTE", sólo es cuestión de esforzarse en buscarla.

Desde los primeros albores de la humanidad, hemos tenido siempre un especial interés por saber si existe o no "vida después de la muerte", es algo que ha llenado estanterías de libros, películas en los cines, debates en todas las religiones e incluso en ámbitos de la ciencia... pero igual de tanto volcar nuestra atención y mirada en ese "más allá" quizá nos hemos olvidado del "MAS ACÁ"... ¿estamos seguros de que estamos VIVOS? Bueno, si estamos respirando y tenemos pulso... digo yo que al menos cumplimos con lo básico, que nos funcionen las constantes vitales... bien, el cuerpo físico parece que, mal que bien, va tirando, funciona... e incluso en algunos casos, no en todos, la función cerebral también parece activa... y ¿ya está?¿eso es todo? Yo llamo "muerto viviente" a aquel ser que está estancado en el pasado, cuando el pasado ya ha muerto, (eso no quiere decir que no nos quedemos con las enseñanzas del pasado, el pasado debe vivir en nosotros como aprendizaje) el ser que no tiene su mente y espíritu en el aquí y ahora, el ser que no perdona, que vive en el rencor y el odio... el que disfruta retozando en el fango de su propio sufrimiento, el que se cree víctima de todos, el que no se responsabiliza de su dolor y de su destino, el que se cree separado y ajeno a todo y a todos, el que está lleno de miedos y prejuicios, puesto que son como lápidas que nos impiden "vivir de verdad" Este ser, cree estar vivo, pero está viviendo físicamente en valores muertos... siembra angustia, miedo, inseguridad... y recoge lo mismo.

Vamos por la vida como empujados... por pura inercia... porque no hay más remedio que seguir, enjaulados en la cárcel del reloj, "el tonto del TIC-TAC", prisioneros de nuestras necesidades... la mayor parte de ellas impuestas, creemos que por el entorno, pero incoscientemente por nosotros mismos, hemos elegido que tenemos que tener la mejor casa, el mejor trabajo, la mejor ropa, el mejor cuerpo, la mejor cuenta del banco y si se puede, la mejor familia, los mejores hijos, ellos... los mejores estudios... y un sin fin de lo mejor de lo mejor... corremos en esta vida desesperados por competir, por alcanzar el éxito que núnca llega... y en el camino dejamos energía, olvidamos sueños y sacrificamos mucha calidad... a costa de la cantidad.

Obsesionados por lograr vivir la mejor de las vidas, nos perdemos la oportunidad de vivir cada día una vida mejor, porque sin duda nos lo merecemos y podemos elegirlo aquí y ahora. En este viaje de la vida no hay que volcar nuestra atención en las metas, sino ser capaces de disfrutar del recorrido, absorviendo la belleza de cada cosa y sobretodo, compartiendo lo nuestro, lo externo y lo interno, dar lo que podamos, haciendo cada cosa, por pequeña que sea, con el mayor cariño y atención... porque misteriosamente vamos recibiendo de lo mismo que damos... es una Ley del universo y siempre se cumple... recogemos lo que sembramos, entonces EMPECEMOS A SEMBRAR HOY, AHORA... No dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy, porque nada ni nadie nos asegura que tengamos la oportunidad de mañana

LA OPORTUNIDAD ES AHORA

Os dejo un poema de un gran filósofo-poeta Wal Whitman, es un canto a la vida:

NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

VIDA después de la vida

Escrito el 21 de septiembre de 2009 por Arito Leo No quiero hablar de muerte, sino de VIDA con ayúsculas después de la vida, ya que mi intuición me dice que no hay un final definitivo para nuestro Ser; sí por supuesto para la forma física que hemos ocupado, pero cuando tú obervas una persona fallecida, te das cuenta que sólo es materia, que ese álito de vida que la animaba, esa energía que hacía posible el brillo en sus ojos al mirarte ya no está ahí, se ha ido, simplemente parece haber desaparecido... sin embargo una de las cosas que el colegio me enseñó fué que la energía nunca se crea ni se destruye, simplemente se transforma.


En un post anterior hablaba de la visión de esta vida física y concreta, con nuestros nombres y apellidos, con nuestras familias, padres, hermanos, parejas, hijos... y nuestra herencia genética, con nuestras experiencias humanas, nuestra formación académica, nuestras relaciones personales, nuestra experiencia laboral, nuestros logros y errores... como un sueño, una ilusión, una especie de película proyectada cuyos protagonistas somos nosotros y en cuyos sucesos hemos intervenido. No podemos negar la realidad de que este sueño parece desvanecerse tarde o temprano; pero la siguiente pregunta sería ¿quién sueña este sueño, soy parte del sueño y muero con él o de alguna manera hay un Yo que está soñando esto? Si mi Yo no muere, cuando el sueño lo haga, ¿despertaremos y a qué despertaremos?

Vivimos este recorrido sin querer tomar conciencia de que es finito, de que este cuerpo y todas las cosas que tenemos son finitas, es lo único absolutamente seguro que sabemos nos ocurrirá... que un día inesperado acude la tan despreciada muerte y dejaremos de estar en esta manifestación física; nuestra materia se descompondrá y no quedará nada de nosotros que nuestros seres puedan ver, oir, sentir, oler o acariciar.

Un hecho tan seguro y al mismo tiempo tan ignorado, olvidado, temido... es un tema tabú, algo de lo que no se habla, nadie quiere pensar en ello, la sociedad entera nos evita el tema desde que somos niños; nos resulta ajeno a nuestra realidad, algo antinatural, un suceso atroz y horrible, no podemos concebir que dediquemos toda la vida construyéndonos un futuro, acaparando cuanto podemos... para que nuestro futuro sea desaparecer, convertirnos es nada. Rechazamos de forma visceral un destino así y de esta forma nos pasamos la vida negando este fin... ¿Por qué ese miedo? Tememos lo que no comprendemos, lo que desconocemos...

Para saber exactamente si desaparecemos del todo al fallecer, habría qué preguntarse ¿qué somos? y sabiendo qué somos preguntarse si lo que somos puede morir.

¿Soy este cuerpo, con este color de piel, de ojos, de pelo, con esta altura y esta contextura, con su deterioro físico al envejecer? Si yo soy sólo eso, es evidente que muero con él.

¿Soy este nombre y apellidos, esta historia mía con mi pasado, con las experiencias de mi niñez, con lo vivido en la juventud efervescente, con la vida en pareja y las pasiones humanas? Si sólo soy eso, muero también pues todo ello acaba formando parte del pasado, de la memoria, del recuerdo... y el pasado no existe.

¿Hay algo de mí que no ha cambiado con el tiempo, algo que permanece desde que nací, que es inmutable, imperecedero? ¿Acaso el Ser que ha observado todas las secuencias de mi vida como se observan las escenas de una película no ha sido siempre el mismo? A esto le llaman el "Observador" o "Consciencia", siempre ha estado ahí, núnca se ha ido ni se irá porque es a-temporal, a-espacial lo que ocurre es que la mayor parte de nuestra vida la hemos pasado arrinconando a nuestra "consciencia", ocultándola, silenciándola con nuestro ruidoso Ego, que ha querido rellenar el Silencio con todo tipo de diálogos, ha querido maquillar la Plenitud con el sentimiento de insatisfacción, ha querido disfrazar la Abundancia con la sensación de escasez, ha querido transformar la Unidad en separación e individualidad, ha querido que creamos que la Eternidad no existe y se reduce a una vida finita .

Recuerdo una observación que oí a Deepak Chopra (en el tercer video de "El Poder del Pensamiento" que adjunto a continuación)

que me llenó de asombro y que me hizo reflexionar mucho, decía que una vez al año, renovamos el 98% de las células del cuerpo, uno fabrica un nuevo hígado cada seis meses, una nueva piel cada mes, un nuevo revestimiento gástrico cada cinco días, un esqueleto, que a pesar de parecer tan sólido, se renueva cada tres meses... el cuerpo físico, éste con el que nos identificamos resulta que no es el mismo de ayer... pero uno se percibe interiormente como "el mismo de siempre", entonces ese yo que creo ser, no puede tener nada que ver con este vehículo biológico. "Confundimos el jinete con el caballo" dice Chopra, o como digo yo, confundimos el tren (nuestro cuerpo) con el maravilloso viaje de la vida, lo que importa no es el medio de transporte en sí, sino el recorrido, admirar y absorver el paisaje, disfrutarlo plenamente, con toda intensidad, conscientemente... llenándonos del único material compatible con el más allá: el AMOR; dice Teresa de Calcuta "seremos juzgados sobre el amor", entiendo que ella no cree en juicios sobre pecados, sería absurdo... sino que cuando pasemos al otro lado, lo único que nos quedará es el AMOR..., tarde o temprano debemos apearnos de este tren, nos tocará decir como Groucho Marx "que pare el mundo, que me bajo" La muerte es para mí, un "transbordo" de medios de transporte necesario para continuar con el viaje de la VIDA.

Esta vida, en minúsculas, nos la han "prestado" y en su momento la debemos devolver; esta vida es un libro prestado que hay que leer, a veces su lectura es muy dolorosa y ocasionalmente te lleva a sentir experiencias hermosas, estudiar la vida no siempre es fácil, hay algunos a los que nos les gusta leer y desean cerrar el libro lo más pronto posible, a otros las contínuas lágrimas no les permite seguir avanzando en la lectura de su vida, algunos no saben leer ni quieren aprender, otros no saben, pero les gustaría e incluso los hay que no saben, pero tampoco saben que no saben y desconocen que la vida sólo es una excusa para que su espíritu lea; de vez en cuando aparecen seres que practican la enseñanza de la lectura de la vida; pero saber el abecedario, las pautas y las reglas es una cosa y ponerse a leer y comprender es otra. Este libro que es tu vida, está para leerlo, pero es una lectura personal y solitaria, nadie más que tú la puede hacer, comprender e interpretar. Así cuando la muerte te sorprenda en tu caminar, piensa "...sólo le toca devolver el libro de la vida que le prestaron..." pero en esta infinita Biblioteca de la Existencia, hay muchas otras lecturas que nos esperan, no te apenes por devolverlo ya que lo importante no es este libro en sí, esta vida; sino la lectura que te ha enriquecido el alma. Hay una frase de Rabindranath Tagore que me encanta, dice: "La muerte pertenece a la vida, igual que el nacimiento. Para andar no sólo levantamos el pie, también lo bajamos"

J.J.Benítez en "Mágica Fe" se acerca a la naturaleza para percibir la muerte como la antesala de un nuevo renacer:

"Vivimos rodeados de muerte y la Naturaleza no parece excesivamente preocupada por ello, ni verás que se vista de luto. Mueren los días, el trigo, los cometas, las tormentas, los bancos de peces... Y todo ello ¡genial invento! sólo provoca más vida. Que la concha de nuestra inteligencia no pueda contener el océano, no significa que el mar no exista, y menos todavía, que el invento sea malo"; que no lo entendamos no quiere decir que Dios haya "metido la pata" El paso del ser humano por la vida no es una excursión: estamos aquí para aprender. Morir viene a ser como entrar en un ascensor. Si te fijas, la estrechez de estos ingenios incomoda a casi todo el mundo. Pero, en segundos, te eleva y te situa en "otro piso". Morir, no es otra cosa que "mudarse de casa" y con la tranquilidad que supone no tener que cargar en la mudanza con todos lo muebles.

¿Quién profundiza en el conocimiento de "este obligado paso"? La muerte es una asignatura pendiente. Una materia, la más notable y la única que no tiene escapatoria- para la que no somos educados. Podemos sentir horror a la forma de morir. Es lógico. Podemos sentir un inmenso dolor por la persona que "se va"; también es lógico. Lo que no es lógico es que practiquemos la política del avestruz con nosotros mismos. Lo que no tiene sentido es que vivamos enterrando muertos y nadie se preocupe de por qué morimos (o mejor dicho de "por qué vivimos") Claro que ya se sabe, la muerte es algo que sólo le ocurre a los demás. Lo peor de la muerte no es la muerte, sino el no pensar en ella."

La noche es un anuncio del amanecer, la muerte de la flor es un preámbulo al nacimiento del fruto, la semilla es enterrada y se desgarra en dos para crear un hermoso árbol, los ríos mueren en el mar pero pronostican futuras lluvias... todo en la naturaleza es ciclíco, no existe la muerte definitiva. Recuerdo haber leído en el libro "La rueda de la vida" de la doctora Elisabeth Kübler Ross que se sorprendió al conocer que en los barracones de los campos de concentración nazis, lo más pequeños ajenos a toda creencia y sin otra forma de poder expresarse, pintaban en las paredes mariposas, esos niños de forma instintiva no creían en su fin, sino que como las orugas se verían convertidos en hermosas mariposas tras su muerte. Esto impactó mucho a la doctora Kübler, que dedicó toda su vida a divulgar otra forma de percibir y tratar la muerte y convirtió la mariposa de estos pequeños, en el símbolo de su trabajo. Decía: "Los niños lo saben intuitivamente; si no les contagiamos nuestros miedos y nuestro dolor, ellos tienen la capacidad de enseñarnos muchas cosas."

Y es cierto, lo niños tienen una capacidad increíble de adaptarse a los cambios y por sí mismos no ven la muerte de la manera tan terrorífica como la captan los adultos, para ellos la vida continúa y no se resisten a la posibilidad de "continuar sonriendo, sintiendo alegría de vivir" y esta actitud no menosprecia el amor o el recuerdo del que ha partido, esos son prejuicios de los mayores.

Cuando se funde la bombilla y nos deja de alumbrar, ¿nos afligimos por qué hemos perdido para siempre la luz?, eso sólo lo haría un pensamiento primitivo, que no entendiera que la esencia de la luz nos era la bombilla en sí, sino la energía que se servía de ésta para iluminar; la bombilla sólo era un medio, un vehículo.

Con la muerte ocurre igual ¿somos la bombilla o somos la energía que temporalmente en ella se manifestaba? ¿muere la bombilla o se extingue por siempre la energía? Nuestro cuerpo se funde, deja de funcionar, ya no le sirve a la energía para poder materializarse... pero la corriente de VIDA que antes emanaba por el cuerpo, continúa existiendo. Paradójicamente, el primitivo es capaz de intuir esto que se nos escapa a nosotros, se puede observar en los enterramientos más prehistóricos la intención de posibilitar al fallecido una continuidad uniéndolo con objetos de su vida.

Me gustaría entregarme a la muerte como el recién nacido se entrega a dormir en los brazos de sus padres, lleno de paz, de confianza y seguridad; con la absoluta certeza de saberse protegido y amado, antes del sueño y después del sueño. En realidad, como dice Benítez, cada noche sin saberlo nos entrenamos para ese gran paso cuando nos disponemos a dormir; no somos conscientes de ello, pero cerramos los ojos, abandonamos por unas horas completamente el control de nuestro cuerpo y nos sumergimos en un mundo desconocido, que irónicamente nosotros mismo creamos de forma inconsciente, con la total convicción de despertar a la mañana siguiente; sin duda morir debe ser así de sencillo y natural... como relajarse para dormir...

Por último quisiera transmitir una imágen amorosa y sosegada con relación a la muerte. A veces he pensado que sería maravilloso que todos puediéramos elegir de forma consciente, el momento y las circunstancias para nuestra partida. De hecho pienso que si el hombre logra superar este enorme bache en su evolución (me refiero a la mentalidad egoica) y consigue como especie en este planeta dar el salto cuántico a una conciencia espiritual, la muerte será en un futuro, el maravilloso viaje transcendental para el que nos prepararemos nosotros y a nuestros seres queridos, podríamos escoger la fecha, el lugar y las condiciones que envolvieran nuestra marcha, todo ello en una atmósfera de calma, comprensión profunda y amor incondicional.

Sufrimiento humano: Despertador del Alma

"LA TORMENTA DEL TORMENTO"
Escrito el 21 de julio de 2009 por Arito Leo

Nuestra existencia humana está unida al dolor en todas sus variantes terribles, el dolor físico de las enfermedades, el violento de las guerras, catástrofes naturales, accidentes fatales, violencia doméstica, terrorismo, locura, violación... y a veces el que nosotros mismos nos provocamos con multitud de hábitos dañinos, adicciones a drogas, sexo, alcohol, a personas, a la mala alimentación, al poder... y otra modalidad igual o más destructiva que es el dolor emocional, el abandono, las relaciones posesivas, la envidia, la frustración, la depresión, la ira, la humillación, la separación, el olvido, el odio, la soledad... A lo largo de nuestro recorrido nos salen al encuentro numerosos motivos de dolor y angustia; uno se supone que busca la felicidad como último objetivo en su vida y sin embargo nada ni nadie parece ponerlo fácil; uno no recuerda haber solicitado en ningún momento esas duras experiencias y sin embargo nos llueven sin pronóstico alguno y siempre o la mayoría de las veces sin que tengamos los recursos suficientes para no empaparnos de sufrimiento.

Venimos al mundo de forma traumática precedidos de un suceso estremecedor y doliente, horrorosas contracciones, la desnudez que nos desarma, la siempre escandalosa sangre y llegamos con la más absoluta indefensión, ningún animal nace con tan extrema incapacidad; tampoco uno recuerda haber solicitado plaza para venir a este doliente lugar... y a pesar de todo, no tenemos más remedio que pasar por aquí...

Lo tremendo es que no sólo la vida nos impone situaciones que ponen a prueba nuestra fuerza, sino que otros seres como nosotros, ya sea por aburrimiento, por experimentar, por desahogo, por inmadurez, por sobervia, por miedo, por egoismo... nos añaden más carbón al fuego y elevan el dolor a potencias a veces inhumanas... y nosotros... ¿también añadimos combustible a la hoguera del sufrimiento ajeno y propio?¿lo hacemos por imitación, por costumbre, para defendernos, para sentirnos fuertes o nos justificamos en la venganza, en el ojo por ojo?

Sea como fuere nos hemos vuelto expertos en hacer daño y por si fuera poco provocarnoslo a nosotros mismos y a nuestros semejantes, hace tiempo que practicamos la explotación y el abuso de nuestro entorno, agotando nuestros propios recursos naturales, contaminando nuestra MADRE TIERRA...

"DESPERTARES"

¿Qué nos pasa cuando sufrimos, cómo salimos tras el terremoto visceral que nos sacude de arriba a abajo y de fuera a adentro? Cuando la tormenta del dolor parece alejarse puede ocurrir que: nos sintamos desorientados, destruidos, arruinados, nos sintamos más insignificantes, miserables y pequeños y su huella recae en nosotros como una pesada losa que debemos llevar a cuestas y ante esto, nuestra reacción puede ser de ira, de rabia, el rencor nos devora y el odio germina en nosotros, respondiendo al odio con más odio, esto ocurre con demasiada frecuencia... pero cabe la posibilidad de salir fortalecidos, no sólo no derrotados sino con un nuevo estandarte de madurez, con energías renovadas, con la sensación de haber crecido, de seguridad y fortaleza; no porque nos hayamos recubierto de una fría y sólida coraza de indiferencia, que nos convierta en seres insensibles, ajenos, calculadores, sin empatía alguna, sino porque tras las lágrimas hemos tenido el coraje de mirar cara a cara al dolor y le hemos interrogado ¿de dónde vienes, por qué a mí, por qué ahora...? le hemos investigado y diseccionamos sus más remotas causas para acabar por revelarnos su verdadera identidad y nos sorprendimos al mirarle y darnos cuenta que "no tenía cara de demonio, sino de cirujano", su operación hizo daño, provocó heridas sangrantes y dejó notables cicatrices, pero su última razón era sanar un problema remoto y profundo. El dolor no venía a destruir sino a levantarnos, no llegó para que desfalleciéramos sino para despertarnos como un incómodo y estrepitoso despertador... y si conseguimos entenderlo así el dolor pierde su fuerza negativa y tendemos a crecer un poquito más por dentro; nos llenamos de comprensión, de compasión y de amor, siendo incapaces de responder al dolor con odio alguno, comenzaremos por agachar la cabeza humildemente, aceptar con madurez sin culpar a nadie y finalmente, aprender de la experiencia abriendo mente y corazón.

J.J.Benítez dice en su libro "Mágica Fé": "El dolor se asemeja a un cirujano. El bisturí de los padecimientos corta. Es sangriento y traumático. Pero misteriosamente, limpia el mal con el mal. Y nos devuelve la agilidad y la salud... El dolor es una angina que provoca el "estirón del infantil ser humano."

HÉROES

En ocasiones las pruebas son tan difíciles y crudas que nos dejan paralizados por completo, desbordan nuestro limitado entendimiento ¿y si paso por una enfermedad crónica?¿ y si fallece un ser amado?¿ y si ocurre un trágico accidente y si me abandona el amor de mi vida?¿ y si pierdo todo cuanto poseo... qué me va a aportar eso que no sea una amarga agonía...? Pero hay personas que lo hacen, que son capaces de sonreir en la más aboluta de las miserias, que siguen deseosos de compartir y amar cuando no les queda nada, que son capaces de resurgir de las cenizas cual Ave Fenix y su resplandor hace sentir admiración al mismo Sol. éstos, aunque no salgan en las noticias son verdaderos héroes.

Ser más o menos feliz no está unido a tener más o menos cosas, hay gente con una vida repleta de posesiones materiales e incluso rodeada de familia y seres queridos que se sienten infelices y deprimidos y otros, con muchisimo menos son capaces de sentirse felices...

Para Gandhi, la vida era como un proceso gradual de desprenderser de las necesidades, y así mismo lo sentenciaba Henry David Thoreau al decir "Un hombre es rico en las proporciones de las cosas que no desea"

La felicidad, al contrario de lo que nos impone la sociedad, no se compra, no se embotella, no se vende en concesionarios ni en agencias de viajes, no se enseña en la universidad, no se entrega junto al éxito, en definitiva no se halla fuera de nosotros.

"PREPARARSE PARA LA TORMENTA"

Tanto si hemos salido fortalecidos, como si hemos acabado más hundidos, hay una cosa segura sobre las adversidades y es que pasada una, otra vendrá... no sabemos cuando, ni cómo, ni dónde y mucho menos por qué... pero sin duda llegará de nuevo el Doctor Dolor, bien para incidir en la cura del mismo antiguo problema, bien para destapar uno nuevo... y cuando llegue nos puede encontrar con actitudes bien diferentes, dependiendo de cómo hayamos afrontado el pasado. O nos sorprende con las defensas por los suelos y sin recursos para encarar este nuevo duelo, porque incluso a veces somos capaces de haber enterrado los traumas vividos porque tememos que su sólo recuerdo nos dañe, (pero por más que los intentemos ahogar en el mar del olvido, saben nadar y siempre vuelven a emerger a la superficie más pronto o más tarde, porque si no se han asimilado y superado sumándolos en nuestro ser como un aprendizaje, regresan a nuestra vida, con otro nombre, con otra forma pero con el mismo mensaje) o cabe la posibilidad de que nos encuentre seguros, serenos y despiertos, no deseando que lleguen, pero con la calma y la precaución de tener listo los preparativos necesarios: humildad, aceptación, disposición de aprender, paciencia, templanza, confianza e incluso en el más alto grado satisfacción por lo adquirido y gratitud.

Esto último es muy difícil comprenderlo en el ardor del momento... pero cuando pasa el tiempo y uno mira hacia atrás entiende que uno es hoy como es, gracias a todo lo vivido y muy especialmente gracias a las lágrimas derramadas, éstas depués de todo, fueron necesarias y al final llegamos a aceptarlas.

¿NECESITAMOS LO QUE YA TENEMOS?

Sufrimos cuando perdemos lo que "queríamos" Y ¿cómo hemos aprendido a querer? "queremos" tener las cosas y las personas para nosotros, queremos poseerlas, hacerlas nuestras. Desde niños nos han ayudado a reafirmarnos en "lo que quiero lo tengo" y si nos las quitan lloramos y pataleamos.

Especialmente queremos lo que necesitamos o mejor dicho lo que "creemos que necesitamos", siempre nos vemos incompletos, insatisfechos, nos comparamos con el prójimo y aspiramos a tener lo que otros tienen. En el libro de Og Mandino "La universidad del éxito" se dice "Un 90% de las cosas de nuestra vida están bien y un 10% van mal. Si queremos ser felices, debemos centrarnos en ese 90%, si queremos estar preocupados, amargados y padecer una úlcera de estómago, lo único que tenemos que hacer es concentrarnos en el 10% y no hacer caso del 90%" Ya lo recordaba Schopenhauer: "Pocas veces pensamos en lo que tenemos, pero siempre en lo que nos hace falta." El Dalai Lama nos guía acerca de cómo alcanzar un estado de satisfacción interior y es tan sencillo como aprender a valorar y querer lo que ya tenemos.

También nos enseñaron a alejarnos de nuestra propia responsabilidad ante el dolor, cuando el nene se golpea contra un mueble por su lógica torpeza y le oimos gritar y lamentarse, acudimos en su auxilio y le decimos "malo, mueble malo..." y hasta le animamos a pegar al mueble a modo de venganza ¿qué tipo de mensaje es ese? ¿siempre que sufras la culpa la tiene alguien que no eres tú? ¿no deberíamos enseñarle a asumir su responasabilidad explicándole que debe estar más atento y andar con más cuidado?


En definitiva poseer no es una forma sana e inteligente de amar ni de buscar la felicidad; si puedo perder todo cuanto poseo, quizá no deba poner en manos de nada ni nadie mi felicidad, quizá ese estado no esté fuera de mí sino dentro. A lo largo de toda nuestra vida, desde la infancia nos han enseñado, familia, escuela y sociedad a preocuparnos por nuestro ser exterior, buena alimentación, buena salud, buena apariencia física, buena carrera académica que permita un buen trabajo, buen sueldo, buena casa, buena familia... siempre aplicamos todas nuestras fuerzas, energías y tiempo a cuidar al máximo lo de fuera... ¿que ha pasado con nuestro mundo interior?¿lo hemos olvidado?¿lo hemos ignorado? Y si soy consciente de que todo lo de fuera puede cambiar, que esos bienes externos pueden acabar... ¿a qué me aferro, a qué me apego?

"DESPRENDERSE... SER LIBRE"

Esa es la clave, no aferrarse, no apegarse a nada ni nadie; por eso es tan importante el DESAPEGO en las filosofías orientales. Pero esto no quiere decir que me vuelva desinteresado o insensible, el desapego no es perder el interés ni el aprecio por las cosas, no quiere decir que nos tengamos que rapar la cabeza e irnos a un lugar recóndito para estar sólos y sin nada, aunque haya personas que lo han elegido y está bien, los caminos para descubrir a nuestro verdadero yo son innumerables; desapegarse es más bien sentir que tenemos las cosas como medio, no como fin en sí mismas, no apostando nuestra felicidad y sentido de vida en ellas, sino como complementos, a veces maravillosos y llenos de gozo para nosotros, pero siempre con la seguridad y el convencimiento de que sin ellos, mi vida sigue teniendo sentido, de que si los pierdo, no acabaré hundido en el sufrimiento. Hay una frase sufí que dice: "Lo único que de verdad tienes es aquello que no podrías perder en un naufragio"


Si nuestra seguridad, fuerza, confianza, paz, nuestra felicidad... no dependiera de nada externo a nosotros porque lograsemos depositarlas en un sólido y firme tronco enrraizado en lo más profundo de nuestro ser, los abatares del sufrimiento llegarían sacudiendo las ramas superficiales y podría provocar daño sin duda... pero no nos arrancaría de cuajo de nuestro centro vital.

Dice el Dalai Lama: "En la práctica budista existen varios métodos para mantener una mente serena cuando sucede algo perturbador. La práctica repetida de ellos nos permite llegar a un punto en el que los efectos negativos de una perturbación no pasen más allá del nivel superficial de nuestra mente, como las olas que agitan la superficie del océano pero que no tienen gran efecto en sus profundidades."

Y cuando la marea baje y estemos en un periodo de tranquilidad... no relajarnos en exceso y volver a caer dormidos, olvidando que hallá en el horizonte acecha de nuevo otra tormenta que nos pueda sorprender... Khalil Gibran dijo "Todo pasa..." y en ese todo pasa... cabe el consuelo cuando lo que pasa es una desgracia, pero también cabe el estado de "estar despierto y preparado" cuando lo que pasa es la quietud...

Pienso que una de las experiencias más intensas en las que vivimos el desapego es cuando aceptamos de forma serena y madura, que los hijos deben elegir y hacer su propia vida, permitirles que sean libres, que construyan su felicidad, sin perder por ello ni un ápice de nuestro amor... y respetando que en su camino haya caidas... recordemos que esas caidas son necesarias en la medida en que nuestro crecimiento las demande.

"VIDA: ESCUELA DE DOLOR... PARA APRENDER Y CRECER"

El dolor es inherente al ser humano, porque si hay algún motivo por el que hemos venido a este mundo, para mí, es sin duda para CRECER, aprender a RECONOCERNOS en la Unión con el TODO, para reconocer nuestra DIVINIDAD, para aprender a AMAR y con ello transformarnos en CREADORES de ese mismo AMOR que inunda todo el Cosmos, que envuelve en su energía al Universo.

Pienso que en esta escuela de la vida se puede aprender básicamente de dos maneras: por imposición de forma traumática a través del dolor o por voluntad propia, por una actitud abierta y receptiva hacia todo y hacia todos, sin miedos, sin prejuicios, sin programación... y con esa actitud aprenderemos a cada paso; como decía Séneca: "Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece" aunque realmente el maestro siempre está ahí, enseñando, sólo que cuando volcamos nuestro ser con atención, es cuando captamos sus enseñanzas, la sabiduría que nos brinda a cada paso la vida nos llega a borbotones y todas las respuestas ansiadas aparecen.

Esta última actitud es casi de sabios, de iluminados y la inmensa mayoría de las veces aprendemos sólo a golpes, como hermosas espadas que son forjadas a martillazos y el dolor nos visita una y otra vez; no podemos ignorarlo o huir de él; pero sí amortiguarlo, desmitificarlo, desenmascararlo, familiarizarnos con él y no darle otro sentido más que el del aprendizaje y aunque suene absurdo, tratar de hacerle frente con una sonrisa: ¿Qué hay de nuevo viejo?"

Las desgracias deben SUMAR en nosotros para hacernos más grandes, no deben RESTARNOS.

Dice el Dalai Lama "Cuando pierdas... no pierdas la lección"

No tenemos el control sobre todo, aunque muchas personas traten de tenerlo en su vida a toda costa, pero sí podemos controlar cómo afectarán las adversidades en nuestra vida, yo no elegí esto, pero sí qué hacer con ello. La estabilidad y la seguridad no me la podrá garantizar nada ni nadie, ni mi familia, ni mi pareja, ni mi carrera profesional, ni mi cuenta del banco... sólo mi interior, donde se esconde una fuerza y una energía cuya capacidad ignoro e infravaloro. Puede ser que yo sea el héroe que me salve de mi propia tragedia.