jueves, 30 de diciembre de 2010

"Es tiempo de cambiar en la mente de todos, el odio por AMOR"

Escrito el 17 de agosto de 2009 por Arito Leo

En esto días se ha escuchado una noticia polémica sobre las críticas que ha recibido el cantante colombiano Juanes, por parte de un grupo de exiliados cubanos en Miami, por acceder a acudir a La Habana, Cuba para realizar un concierto el próximo 20 de septiembre, junto a su admirado, desde niño, cantautor Silvio Rodríguez; las acusaciones que ha recibido son de, nada más y nada menos, "inmoral" y "cómplice del régimen castrista".... sólo los que tienen en su mente la semilla de la separación, pueden ver en un acto artístico y tan desinteresado, un hecho separatista. Esta noticia ha entristecido a muchos, pero a una persona muy especialmente, al mismo Juanes, que tanta energía, entusiasmo y dedicación ha volcado en llevar a todo el mundo este mensaje, como dice la letra de su canción: "Es tiempo de cambiar en la mente de todos, el odio por AMOR" y agregó que será un concierto blanco, sin mensaje político.

Quiero transmitir las palabras que hace poco ha dicho en una entrevista, a propósito de este polémico concierto:
"Yo no conozco lo que es vivir en un país en paz. Ni en Colombia, ni incluso aquí en los EEUU, ni en ningún país de Latinoamérica o de Europa donde yo he estado, de alguna forma siempre hay tipos de violencia. La violencia no solamente es la física, es la del disparo y es la de las bombas. La violencia es mental también". Los inconformes han anunciado que se organizarán para boicotear al intérprete cuando visite Miami, mediante protestas y la destrucción de sus discos. Yo imagino, que en el fondo, este muro negativo con el que ha tropezado el cantante, le ha servido para armarle de más valor y coraje para hacerlo, porque de alguna manera esto justifica más si cabe su lucha por la paz y su mensaje,"Ir a Cuba es un símbolo, es un símbolo de que es tiempo de cambiar las mentes", comentó y agregó que "yo quiero ir a Cuba con mis amigos a decirle al mundo desde Cuba que las personas tienen que cambiar".

Esto que he comentado es apenas un pequeño ejemplo, de una noticia que está pasando ahora, del comportamiento tan inmaduro y retrógrado que tenemos... desde muy diversos ámbitos de la sociedad se van encendiendo diversas alarmas, como señales de peligro de que si seguimos por donde vamos... muchas cosas no acabarán bien... pero da la sensación de que hay demasiada pasividad y apatía, demasiada indiferencia y pasotismo... qué más dá que se quemen los bosques... para qué preocuparse por los cambios climáticos si ya no estaremos para ver si se producen catástrofes naturales... a quién le importa que mueran 5 millones de niños cada año por desnutrición aguda y que 55 millones de ellos la estén sufriendo ahora, cuando el resto del mundo produce comida suficiente para alimentar hasta 5 veces a todos los habitantes del planeta... a quién le importan las más de 40 guerras y conflictos actuales de paises lejanos como en África o en Oriente próximo o muchos otros que causan los llamados "daños colaterales" que no son sino atropellos a la vida y atentados que llenan de terror a familias enteras... Gaza, Georgia, Colombia...etc... estos, en todo caso, son problemas mayores que competen a los "grandes señores que gobiernan" y nosotros... vivimos en nuestros hogares burbujas, consumiendo en exceso, sobrealimentándonos y comiendo mucha basura, creandonos necesidades cada día, de cosas materiales y superfluas con la pretensión de vivir más cómodos y felices, consiguiendo muchas cosas sin excesivos esfuerzos, especialmente para nuestros jóvenes y niños... ¿Somos conscientes realmente de lo que estamos haciendo?¿De lo que estamos sembrando?¿Sabemos a ciencia cierta hacia dónde nos encaminamos?¿Hemos tomado un camino correcto?¿No nos estaremos precipitando hacia un precipicio... todos empujados por todos... ciegos, sordos y mudos...?

Nos creemos seguros sentados en nuestros sillones materialistas, desde donde controlamos todo con pulsar el mando a distancia... sin comprometernos... sin mojarnos... sin sentir casi nada. Envueltos en nuestros avances tecnológicos, que se suponen debería acercarnos más unos a otros, nos hemos deshumanizado hasta extremos impensables y la realidad es que en vez de sentirnos más unidos como humanidad que evoluciona y se desarrolla... nos creemos sólos, aislados... abandonados, sin esperanza y en vez de derribar fronteras, las hemos levantado más altas e incluso mucho más profundas en las relaciones cotidianas. Decimos que nuestros gobernantes lo hacen fatal, que no saben y por eso medio mundo agoniza... pero nosotros no dejamos títere con cabeza en nuestro pequeño entorno... no perdemos ocasión para criticar a todo quisqui y más todavía si lo vemos diferente, raro, indefenso, solitario o derrotado, lanzamos pensamientos y miradas de recelo a los que se sientan a nuestro lado en el transporte público, siempre esperando la maldad en el otro...como espejo de lo que guardamos dentro; rechazamos a todo extranjero que no viene de vacaciones a dejarnos su dinero, sino que viene a quitarnos el trabajo y ocupan nuestros barrios y parques...y maldecimos porque les dan las ayudas que creemos sólo nos pertenecen a nosotros, metemos cizaña si nos dejan ocasión para rivalizar a nuestros propios vecinos, no regalamos ni una sonrisa y menos a los desconocidos, nos gusta hablar de lo mal que nos va, de nuestros pesares y malestares, de lo pobrecitos que somos, porque somos infelices por un sinfin de cosas ajenas a nosotros y en casa... siempre esta mal todo, no nos gusta lo que tenemos porque nos hacen falta un montón de cosas para estar mejor...y todo esto... nos lleva media vida o una entera, se lleva nuestro tiempo, nuestra energía, nuestros sueños, nuestra felicidad... malgastamos tanto.

Estamos contaminados por fuera y por dentro y lo peor de todo es que los malos hábitos, los prejuicios y los miedos se han forjado a base de costumbre y se han petrificado en nuestro interior y cambiar eso es difícil, muy difícil, más todavía cuando ni siquiera somos conscientes de esa necesidad. El magnífico científico Albert Einstein decía: "¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio". Hemos pasado toda nuestra vida "programando" nuestra mente con mensajes destructivos y separatistas y la fuerza de la costumbre es muy poderosa, porque lo hacemos ya inconscientemente, por pura inercia, porque se ha convertido en nuestra forma natural de ser, pensar y vivir.

Me gustó especialmente este concepto de "desprogramarnos" que leí del Padre Jesuita de la India, Anthony de Mello (1931-1987), que añadió a su educación cristiana, las sabidurías orientales, hasta el punto que los miembros de la Iglesia más separatista (puesto que hay muchos miembros humildes que siguen los mensajes geuinos de Jesús) también le criticaron y declararon que las posiciones liberales de Tony de Mello son incompatibles con la fe católica y pueden causar grave daño. Transcribiré un trozo que tiene que ver con esta desprogramación: "...tú ves a las personas y a las cosas, no tal y como ellas son, sino tal y como tú eres... cuando encaras la vida con tus apegos y tus miedos, son éstos los que deciden qué tienes que ver y qué tienes que ignorar(ellos te controlan a tí y debería ser al revés)... como tienes un mirar selectivo, tienes un visión engañosa de las cosas y de las personas que te rodean y cuanto más se prolongue esa visión deformada, tanto más te convences de que esa es la verdadera imagen del mundo... sólo cuando consigas renunciar a tus creeencias, a tus apegos y a tus miedos, te verás libre de la insensibilidad que te hace ser tan sordo y tan ciego para contigo mismo, como para con el mundo."

Muchas personas sí han visto las señales de alerta y movidas por una intuición profunda han ido despertando, se han dado cuenta de lo urgente que es cambiar esta programación dañina de su mente por una más beneficiosa.

Hace poco vi un reportaje sobre los niños soldados de Uganda, simplemente estremecedor y terrorífico; Más de 120.000 muertos y 25.000 niños secuestrados y un millon de desplazados desde 1986; estos señores del terror, liderados por un loco visionario que dice cumplir los 10 mandamientos, aprisionan a niños de entre 7 y 15 años, obligándoles a matar a sus propios padres y hermanos, en ocasiones descuartizándolos para convertirles, bajo amenazas de muerte, en niños soldados capaces de las mayores atrocidades.

Al final del reportaje salía hablando un jóven ya liberado... que decía haber perdonado a los que le apresaron, porque entendía que los que lo hicieron, habían sido a su vez obligados a hacerlo... si las cosas que hacemos, por horribles que sean, las hacemos porque nos han impuesto mentalmente determinados"programas"... ¿Qué vamos a elegir, la rueda interminable de odio y violencia o el perdón que nos liberará a todos?

El cambio es posible y factible, es real para el que lo quiera y muchos ya lo van queriendo... porque nuestro futuro y el de toda la humanidad depende de ello, creemos que la montaña la podrán mover unas pocas personas importantes, con cargos de renombre... y no es así... las montañas se mueven y es gracias a miles de millones de pequeños cambios y movimientos en cada grano de arena.

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